Espero sea de su más completo agrado, un abrazo para todos y bendiciones.
Breve reseña biográfica del autor
Byron L. Vacca Pertuz, nació el
29 de julio de 1967 en Polonuevo (Atlco), Colombia. En 2013 en Argentina, su
relato “El Bicicletero” fue incluido en la Antología Profesor Dimarco. En 2015, fue finalista en el I Certamen
Nacional España Microrrelatos, La Coruña. En 2015, el poema “Pechiche”, se incluyó en
la Antología del I Certamen Mundial Excelencia Literaria MP Literary Edition. En
2021, el escrito, “El Caleidoscopio de Alegna”, fue seleccionado para formar
parte de la antología de minicuentos, “Espejo Roto” de Mundo Escritura en
España.
Otilo es su primera obra literaria publicada en España por la editorial Justfiction a través de Amazon y Morebooks; corresponde a un cuento del género ficción, que tiene como fin lo que seguidamente expone en su introducción así:
Introducción
El ser humano ha establecido muchas veces, de manera
rutinaria y calcada, el desarrollo de sus vidas, dejando de lado la fantasía existente
en su esencia, en el querer ser y lo que se obliga ser. La obra
muestra un ser humano simbiótico con la naturaleza y sus semejantes, pero desde
una caracterización metaconceptual, desplegada a través de diversas figuras
literarias y lo que él denomina el lenguaje ojepse, con su respectivo método de
lectura. Es, un protagonista fascinante y especial, que encarna el pensamiento
de los seres humanos incomprendidos, pero llenos de situaciones únicas e irreales, que incluso, lleva a definirlos como genios de la
ficción, ausentes de las cotidianidades de este mundo. Por otro lado, encarna varios personajes
juntamente, en un escenario universal, de pueblo o provincia en el Ebirac de
Aibmoloc. Exalta de forma atípica, los roles profesionales más apreciados y
dignos, pero menos considerados en diferentes puntos de la geografía mundial; que seguro el lector logrará
identificar en el desenlace de la obra. Otilo,
exalta a los reyes Rotcod y las ocho tribus, que, según su imaginario, habitan
en un castillo, que defienden a su comarca
de seres monstruosos e invisibles, servidores de
Etreum y Dademrefne. Otilo magnifica los valores humanos y la naturaleza,
elevándolos de forma hiperbólica, a un nivel casi mítico, que sólo él logra
enmarcar para sus dos pasajeros Nolob y Eforp Etnehc, en su “viaje aereo” hacia
el castillo de Al-Adiv, a quienes deja enseñanzas y un testamento para toda su
vida.
Asimismo, en su contenindo encontramos el concepto que le merece a los prologuistas, Fausto Pérez Villareal escritor ampliamente galardonado, periodista y docente de la universidad Sergio Arboleda y Helkin Alberto Nuñez Cabarcas Coordinador de Proceso del Archivo Histórico del Atlántico.
Prólogo
Hay algo en el Otilo que claramente describe y muestra
Byron en los apartes costumbristas desarrollados en Olop – Oveun, sus continuas
visiones diarias y su ensueño sobre el mundo que deseaba tener a su alrededor;
llevaban a este personaje mantener expectante a quienes le acompañan, en la
aventura ficticia de volar sin despegarse del suelo. Otilo juega con una serie
de hechos ficticios y reales; creando así, un mundo maravilloso, un mundo de
fantasía —. Por ello, su viaje al Castillo de Al – Adiv —; el de las grandes gestas.
Pero, lo más importante de este relato, es que el protagonista, desarrolla una
minuciosa descripción, donde hace que el autor logre mantener el imaginario de
Otilo, en su vida cotidiana; donde involucra a personajes de su comarca, con
nombres muy particulares a simple vista. En la obra, prima el devenir de una
sociedad rural- urbana, donde Otilo marca el escenario de un mundo mágico, un
mundo real, lleno de ingenuidad, en una mente que vuela en otra real visión
de una dimensión escondida, que describe en su viaje al castillo
de Al - Adiv. El lago de Arutsogna, es la descripción mágica de un sendero provinciano, que Otilo expone
hasta llegar a una laguna de espejos, tal como la percibe en su ideario mágico
encantador, que es tangible, pero con otras visiones maravillosas. Con el “Baúl
de la Sabiduría”, Otilo plasmó la diferencia entre lo real y lo real-
imaginario, a pesar de las burlas que esto le implicaba. El concepto de Otilo
sobre un mundo mejor, era más milenario que la edad media y que el mismo
castillo, con el que alucinaba todo el tiempo. Sus revelaciones le generaban constantes
complicaciones, que lo impulsaban aún más como personaje central, seguir un sueño maravilloso, utópico, bordado por una mente llena de situaciones diarias, con la virginal
forma de ver un planeta mejor; en una sociedad carente de pasión, del trazo
delicado de sueños; como en los castillos
encantados dibujados en nuestra infancia; eso era Otilo de Olop – Oveun.
Helkin Alberto Núñez Cabarcas
Coordinador Procesos AHA, Colombia
El poder envolvente de Byron Vacca
La magia radiante de las palabras me envolvió y dominó desde el preciso instante que empecé a leer ‘OTILO, sus historias reales, pero imaginarias’, libro menudito y sustancioso de mi muy querido amigo de infancia y hoy diestro domador de la palabra Byron Luis Vacca Pertuz.
Al azar tomo un fragmento de los trece capítulos que nutren esta bella obra en los que están presentes el ingenio del creador inacabable y la estética del lenguaje, en la que la descripción y la analogía le dan contundencia a la narración.
“En medio del discurso, una nube de polvo de arena envolvió su rostro, lo interrumpió abruptamente. Otilo estaba abstraído de su entorno. Volvió en sí como quien se levanta del profundo sueño; su corazón latía rápidamente, trataba de ubicarse en tiempo y lugar, mientras empuñaba sus manos con fuerza.
—¡Está loco,
buu! — le gritaban en medio de risas burlonas.
—¡Otilo está
loco! — repetían incesantemente— las burlas le caían cual dardos intangibles de
acero espectral, que lograba dibujar en su mente, descomponiendo su alma
inocente.”
El lector acucioso, ese que no se distrae con el mínimo soplo externo, descubrirá en qué parte de la historia está ubicado este apetitoso pasaje.
Lo que se cuenta y cómo se cuenta son dos aspectos que deben ir, obligatoriamente, unidos como por una especie de cordón umbilical. Solo así se garantiza a cabalidad el objetivo de cumplir la meta requerida en toda buena narración que se respete: contar el cuento bien contado.
Y en ese sentido esta propuesta literaria satisfizo mis expectativas y exigencias de implacable lector que soy porque, no me da remordimiento ninguno confesar que texto que no logre atrapar mi interés, escrito en prosa o en verso, lo abandono de una sin otorgarle la más mínima posibilidad de retomar su lectura.
Francis Bacon, notable filósofo, político, abogado y escritor inglés que vivió en la segunda mitad del siglo XVI y dos décadas y media del siglo XVII, dio la que a mi juicio es la mejor definición de lo que representa la lectura de un libro: “Algunos libros son probados, otros devorados, poquísimos masticados y digeridos”.
Tengo la presunción inequívoca de que este libro que
hoy nos convoca a los amantes de la lectura, pareciera escrito para darle la
razón al autor de ‘La Nueva Atlántida’, porque este libro de Byron, cumple con
la misión específica que se le encomendó: ser masticado, disfrutado, agregaría
yo, y digerido.
¿Qué más puedo decir sobre libro que no necesita
padrinos para recomendarlo? Lo único que se me ocurre es exhortarlos a la
lectura, que, al fin de cuentas, es un ejercicio solitario, íntimo, liberador,
que le da alas a la imaginación.
“Otilo juega con una serie de hechos ficticios y
reales; creando, así, un mundo maravilloso, un mundo de fantasía”, como lo
asevera el prologuista Helkin Alberto Núñez Cabarcas.
Disfrutemos de estos 13 capítulos en los que Byron Luis Vacca Pertuz nos da claras y contundentes pinceladas de su estirpe creativa.
Fausto
Pérez Villarreal
Escritor – Periodista –
Docente